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		RELIQUIA 
		 
		¿Dónde está el silencio, dónde yace el 
		silencio? 
		No en este brazo sucio cortado 
		No en esta tupida alfombra en este taco 
		de apuntes 
		donde se cruzan insultos rimas 
		No en el pequeño perímetro de las venas 
		–al final todo todo entre nubes de 
		carbono 
		semejantes a un aliento de campesino 
		sobre la nieve 
		donde se aplastaban insectos y 
		excrementos de lobo 
		El primo mayor antaño me lo enseñó en 
		un mes adolescente. 
		Dónde en qué isla de desolación 
		sofocado incierto yace ese soberano 
		 
		silencio zurcido por marcas de cuchillo 
		de piedra 
		No no hay ruido de un paso que camina 
		hacia la belleza de un rostro 
		saliendo de un vaciadero hasta el lodo 
		musgoso de la orilla 
		brillante como celofán 
		El silencio que respira 
		Sí el silencio cálido de quien busca el 
		vacío 
		o de quien busca un color dentro de la 
		carne recordada 
		de la mano hambrienta de muchos oscuros 
		anhelos 
		El silencio que se recoge 
		que se desdobla 
		que nos recuerda de instantes y 
		pérdidas 
		El silencio que permutamos 
		El silencio más allá de la luz entre 
		los ojos de una fiera muerta. 
		  
		  
		PALABRA  
		Solo son tres manchas blancas sobre las 
		plantas del jardín 
		y otra azul más pequeña puesta al lado 
		de un banco de madera 
		Y nosotros pensamos: una para las 
		nostalgias, la segunda  
		para los remordimientos 
		la tercera para los que intentan 
		contener la tos que los sofoca. 
		Pero la quinta es cenicienta. Y a pesar 
		de ser fría como un  
		sobresalto 
		nos pesa en el pecho, nos pesa en la 
		memoria y se revuelve 
		en el vientre cuando intentamos cambiar 
		angustiados 
		Una luna y un sol están sobre la 
		silueta de un animal muerto 
		tieso, con extraños círculos en el 
		lomo, los ojos centelleando 
		como alguien escondido en un callejón 
		lleno de basura 
		Vuestra vigilia durará hasta que las 
		ramas se aparten 
		que el casual transeúnte de pronto 
		caiga de rodillas 
		ante la noche que llega, guardando un 
		grito en la garganta 
		y hable mansamente viendo a los árboles 
		que desaparecen en la  
		luz 
		  
		
		ns 
		
		Trad. do português por Alfredo Pérez Alencart |