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		I  imagine un largo 
		camino imagínese entonces a 
		usted transitando ese camino    
		y las rocas    
		y las flores algo así como un vagón 
		de metro en hora pico entre sudores  imagine pues    
		a las muchachas de faldas y blusa cortas  porque hace calor    
		y el calor las obliga a tales desmesuras (benditas desmesuras y 
		benditas las muchachas   
		y bendito el calor que las rodea)   imagine pues el viaje    
		el viaje que usted realiza pero sin usted es decir    
		que usted parte antes    
		y su usted    
		lo deja relegado así nomás por el camino como si usted mismo se 
		molestara     
		a veces     
		de lo que usted mismo se dice pero nada de eso es 
		cierto usted mismo puede 
		verlo     
		porque en el terreno de lo onírico las muchachas no 
		padecen las inclemencias del tiempo  algo así como un vagón 
		de metro en hora pico    
		ya que los vagones de metro siempre llegan a destiempo   y sin embargo    
		a usted le dan ganas de quemar cosas  de 
		producir el calor necesario para despertarse de su propio sueño   
		 del sueño que usted 
		experimenta    
		pero sin usted y aunque fedro    
		en el banquete    
		insista en que sólo los amantes saben morir el uno por el otro    
		 usted no está 
		dispuesto ni a sacrificarse    
		ni a despertar de su propio sueño  sin la certeza del que 
		siente la lumbre rosar la dermis y quemar los vellos 
		   y usted huirá rápido 
		como el acorde de un pianista ebrio    
		tán tán y se acabó    
		 y hará frío 
		en ese momento    
		y temblará   
		y lloverá     
		y eso usted lo sabe como sabe que el frío 
		sucumbe ante las llamas    
		eso también lo sabe y no lo niega   y 
		puede usted mirarse desde sus desgracias    
		desde arriba hacia el cielo o hacia abajo 
		como que 
		El sueño de la razón produce monstruos   
		
		 o los monstruos de la razón 
		producen sueño    
		pero el sueño no produce razones    
		como los monstruos no producen fuego 
		 
		como a veces 
		la cacofonía del silencio que nos duerme produce sueño    
		y el sueño espanto  
		  
		II 
		  y 
		llegando pues al punto exacto ya no sabrá usted qué 
		es más verosímil    
		si la vida o su poema  si el sueño o la 
		vigilia si los pájaros o los 
		graznidos y de tanto en tanto     
		usted volverá el rostro para tratar de tomar    
		aunque sea por unos segundos     
		las sensaciones que se le escapan entre dedos revise entonces lo que 
		guarda entre piel y músculo allende la caja torácica    
		el cráneo y la retina  y verá    
		entonces     el 
		sol abierto y brillando como ojito de pescado sin párpado que lo 
		cubra ni noche que lo cobije como la magra carne de 
		las doncellas magras y enjutas  pero doncellas sin 
		lugar a dudas    
		y magras también    las que limpian el 
		óxido de las tardes flojas y tres cuartos y suelen afirmar    
		sin dudar    
		el origen de sus gestos y la luz  la que palmo a palmo 
		detienen     
		estiran     
		voltean y quitan brillo  
		  
		III  invente usted el 
		graznido imaginario de los pájaros que no lo son o el trino melódico de 
		los pájaros enjaulados que no lo son aunque 
		sus trinos    
		sus melodías    
		sus graznidos    
		tampoco son   apartémonos de todas 
		las definiciones sea animal racional    
		espíritu encarnado sea carne pura o 
		espíritu solo    
		una barbarie disfrazada de melomanía o la vista perdida en 
		un monocromo tablero de ajedrez brillará entonces ese 
		sol más frío a veces que la luna misma y usted verá entonces 
		edificarse majestuosas ciudades en 24 horas y las mirará 
		derrumbarse en una cuarta parte del tiempo que tardaron en erigirse y mirará entonces la 
		vitrina construida donde por módico precio  nuestra carne tostada 
		al sol     se 
		ofrecerá  sin recato al 
		mejor coleccionista de pieles y queratina   y llegará el momento 
		en el que usted adolecerá prácticamente de todo    
		salvo su futuro encerrado entre los ojos  y recorrerá su memoria 
		entera por lo largo y por lo ancho  y será entonces como 
		un río de grandes cauces    
		y dentro de ese mismo río    
		usted tendrá otro río    
		que correrá río arriba del río primero    
		y entonces será como un salmón de agua que se niega a seguir la 
		corriente de su memoria vuelta río 
		
		  
		  
		IV  y probablemente usted 
		no conozca a los pájaros que no lo son  bástenos con 
		imaginarlos son así     
		justo como usted se los imagina  sólo que tienen el 
		pico un poco más largo las alas    
		sí    
		larguísimas    
		cubiertas con plumas enormes  
		   GRANDÍSIMAS 
		 cola también    
		más escueta    
		pero sin dejar de impresionar al que la observa por primera vez 
		 y son hábiles     
		y a veces     
		no tan amables cuando se les mira   los hombres sueñan con 
		pájaros  los pájaros se sueñan 
		a sí mismos siendo soñados  los hombres miran a 
		los pájaros  y los pájaros se miran 
		a sí mismos siendo mirados   los pájaros encuentran 
		constantemente las miradas  que actúan como 
		espejos  ésos que les recuerdan 
		la forma que adoptan en pleno vuelo y detrás de cada 
		mirada hay un juicio anónimo y a veces la mirada 
		que encuentran  es la propia reflejada 
		por un espejo real y uniforme tan lúcido    
		tan real    
		como la carne toda de sus cuerpos 
		
		  
		  
		V  y 
		llegará el día en el que usted no sueñe tanto en el que usted no 
		sueñe muy hondo en el que no se 
		levante del piso    
		o del recipiente que contenga su cuerpo aletargado y los viejos 
		inquilinos que lo habitaban    
		ya no le darán ninguna importancia  y los recuerdos se le 
		irán antes de ser nombrados   
		 incluso antes de tomar 
		la forma que los caracteriza   y cederán entonces las 
		alabanzas     
		quedas como carne entre los dientes y será entonces cuando 
		su sueño se vuelva verso    
		metrópoli    
		carne    
		biología  y ni el calor    
		ni las muchachas      
		podrán entonces despertarlo   nadie entonces dirá 
		que no duele la mirada si de tanto vacío los 
		ojos se le queman  nadie 
		afirmará  que de 
		lejos los cuerpos no se encuentran si la distancia se le 
		acorta con el viaje y los encuentros morderá entonces la 
		mano del que nunca lo ha alimentado  y morderá la carne 
		magra de las doncellas sin pudor 
		y sin codicia  que equivale    
		pues    
		a cerrar los ojos antes de abrirlos y mirar hacia dentro 
		de su cuerpo hecho muralla    y será   
		entonces    
		sólo un número más    
		 en la noche insomne de 
		una oveja que lo cuenta para poder juntar los párpados 
		
		  
		  
		apéndice  debo haber escuchado 
		aquella noche el trino de los pájaros que no lo son y aunque la velocidad    
		tanto del día como de las noches sea variable la vigilia y el sueño    
		a cualquier hora despluma a los pájaros que no lo son 
		 diseca su canto sílaba 
		por sílaba hasta dejarlos sin armas  y los pájaros que no 
		lo son     
		 suelen    
		las más de las veces    
		ser  
		aunque sólo por poco tiempo    
		pájaros reales  |