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1.
A pesar de que no se conocen personalmente, ¿qué le llevó a traducir una
muestra de la poesía de Alfredo Pérez Alencart? ¿Entiendo que antes ya
lo había hecho para la Biblioteca Digital Búlgara y para alguna revista
impresa de su país?
Pérez
Alencart es, además de un excelente poeta, una persona generosa y
entrañable. En sus versos he encontrado una voz creíble, una fuente de
certezas que unas veces se perciben con rotundidad y otras hay que
ahondar en el misterio que irradian. En sus poemas vierte su
personalidad pero también proyecta la de sus semejantes. Alencart trenza
su mirada con el asombro propio del inocente que sabe de paraísos e
infiernos aquí en la tierra, en el trato diario. Pero lo suyo es
resaltar el Amor que todo lo vence. Quise leer y conocer su
personalidad, todo aquello que destila en su magnífica poesía. Y tras
leerlo y hacer mío parte de sus temas, empecé a traducirlos con especial
interés, porque estimé que su obra tendría acogida en el mundo literario
de Bulgaria. Así fue que lo traduje primero para las páginas de la
Biblioteca Digital, y después en otras revistas electrónicas y
periódicos digitales de mi país.
Yo traduzco a autores que me gustan, especialmente de estos tiempos,
como los argentinos Gabriel Impaglione, Gustavo Marcelo Galliano, Silvia
Loustau; los chilenos Mario García Álvarez, Mario Meléndez y Leo Lobos;
la mexicana Leticia Herrera; la colombiana Beatriz Giovanna Ramírez; o
los peruanos Félix Hugo Noblecilla Purizaga y José María Gaona, entre
otros.
2. ¿Qué destacaría especialmente de la obra de este
poeta peruano-español?
De Alencart destaco su capacidad para moldear el idioma castellano, los
múltiples estilos en que se bifurca su obra, la gran fuerza del Amor que
transmite. Es una poesía que conmueve al corazón de quien la escucha o
lee. Alfredo es muchos Alfredos, pues en su poesía lo clásico se hace
moderno, lo amazónico se mestiza con lo clásico de Castilla y con la
templanza de Oriente. Él disfruta del mundo y, como un niño, lo guarda
en su corazón antes de compartirlo con versos de fina ternura; pero
también clama por los más débiles, por los marginados de la sociedad. Su
gran humanidad es buen ejemplo para quienes lo siguen y leen, pues
resulta un símbolo de la justicia universal.
3.
La selección de los poemas ha partido exclusivamente de usted. Parece
que mucho le han gustado sus poemas breves, contenidos especialmente en
“Oídme mis Hermanos” y
en “Aquí hago Justicia”. Y
hablando de brevedad, también ha hecho una amplia selección de sus
poemas que van por la impronta del hayku japonés, textos que están en
“Savia de las Antípodas”. Coméntenos esas preferencias.
Parece que los lectores prefieren más las formas breves, según mi
parecer, porque también contienen una profunda sabiduría. Por otra
parte, algunos textos buscan que el lector indague en ellos, no resultan
tan diáfanos, hay que
reflexionar sobre las palabras, hay que tocar la idea del autor por
medio de las referencias. Resulta un proceso atractivo en lo que
respecta a la pasiόn de leer y entender como el lector se compenetra con
el autor. Mi selecciόn fue amplia, porque al tener conmigo los libros de
Alfredo, quise presentarlo con todos sus perfiles, al completo, cosa que
evidentemente no conseguí, por la inmensa riqueza de su poesía.
4. Ya en la tercera parte de la antología hay un largo
poema titulado “Nacimiento del Mesías”, el cual está dentro de una
trilogía de textos dedicados a Dios. ¿Debemos entender que usted también
tiene a Cristo en su corazón?
Sí, tengo a Cristo profundamente en mi alma y corazόn y creo que sin Él
no habría podido tener suerte a encontrar al poeta Alencart. No sόlo me
gustan sino que me interesan sus textos y poemas dedicados a Dios. En la
Antología hay esa breve sección, pero lo cierto es que en buena parte de
su obra sobresale el Amor cristiano, aunque no se nombre a Cristo a cada
instante. Alencart es un poeta destacado que tiene una de sus vertientes
muy orientada hacia lo Divino. Y tan rumbo me religa más con este autor
que vive en Salamanca.
5. Usted participó por partida doble en el volumen
“Arca de los Afectos”, ese magno homenaje internacional que tributaron a
Alencart por sus cincuenta años. ¿Cuál su satisfacción por ello?
La principal satisfacciόn derivó del hecho de haber sido invitada a
participar como autora y como traductora. Tuve la posibilidad presentar
una de mis obras, y también
el poema “Árbol”, traducido por mí, del gran crítico literario y poeta
búlgaro, profesor Svetlozar Igov. Me siento contenta, como todos los 230
escritores y artistas de los cuatro continentes que estamos embarcados
en esa hermosa Arca. Tuvimos el privilegio y la oportunidad de ofrecer
nuestros sentimientos de amistad y estima
por medio de nuestras obras, declarándoselo así al poeta.
6. Recientemente la Universidad de Sofía ha concedido
el Doctorado Honoris Causa al más conocido escritor peruano-español,
Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura. ¿Cree que la literatura
hispanoamericana tiene un
atractivo mayor en Bulgaria?
La iniciativa de la Universidad de Sofía me encantό, porque para mí
Mario Vargas Llosa ocupa el primer lugar entre todos los escritores
latinoamericanos, sin menospreciar a otros
grandes nombres de dicha literatura. Digo para mí, porque su
escritura me toca de una forma directa. Las obras que vienen de América
Latina aquí siempre despiertan un amplio interés entre los lectores y
también generan polémicas.
7. La ‘Antología
Búlgara’ será difundida por Fakel.bg, la más importante revista
literaria digital de su país, que además es una editorial que colabora
en esta edición. Háblenos de ella y del poeta Rumen Leonidov, su
director.
La revista “Fakel” se creó no solo para publicar noticias referentes al mercado
editorial, sino también para publicar reflexiones, ensayos y entrevistas
de carácter trascendente y perdurable. Sus páginas son un sitio donde se
reafirman los nombres de autores reconocidos, sean búlgaros o
extranjeros. Además, “Fakel”
es una editorial bien organizada, dirigida por el poeta Rumen Leonidov.
Puedo decir que Leonidov es para mí uno de los grandes poetas búlgaros
contemporáneos. Sigo su creación desde hace muchos años y siempre me
sorprende y cautiva, como sucede con la poesía de Alencart.
8. ¿Existen ciertas afinidades entre la poesía en
lengua española con la poesía búlgara actual?
Sí existen algunas afinidades en cuanto al tema de la existencia, de la
amistad y del amor. La forma de las expresiones a veces se acercan, por
ejemplo, en lo referente al
verso “libre” o al verso
“blanco”; también por los recursos literarios que usan los poetas.
9. Hablemos ahora de su poesía. He leído unos pocos
poemas suyos que se encuentran en la Red y de cierto me resultan gratos.
¿Qué subrayaría de su propia obra poética?
Todo poeta responsable sabe que la creación es algo trascendente. Lo más
importante es lograr plasmar toda la pasiόn que se tiene, todo el afecto
que llevas dentro, y mostrarlo a través de versos sinceros, que suenen
como una oraciόn o como una
campana de alerta. En definitiva, creo que mi poesía busca empatizar con
mis semejantes, darles unos instantes de gozo y sosiego. No digo nada
más sobre ella, salvo mencionar que por ella he tenido generosas
críticas de especialistas destacados como los profesores Igov, Yanev…
También de Shumelov y del propio Rumen Stoyanov, el gran traductor del
español y portugués en Bulgaria, firmante de la versión
búlgara de “Cien años de soledad”, entre otras muchas.
Además de mi propia poesía, creo que las traducciones que hago también
deber ser consideradas como un aporte interesante. Y aquí debo citar el
poemario del magnífico Pedro Salinas y los que traduje de Olga Ribero
Jordán, Astrid Fugelle Gesán… No puedo olvidar una colecciόn de obras
teatrales de dramaturgos mexicanos contemporáneos: Hernán Galindo,
Hernando Garza, Víctor Hugo Rascόn Banda, entre ellos.
10. Vivió casi tres años en México, ¿podría darnos comentarnos algo de
esa experiencia?
La vida en México fue una gran experiencia para mí. Primero, porque
conocí una cultura lejana y diferente, unas costumbres que me hicieron
más rica como persona, ya que cambió algo de mi carácter: ahora ya no
reacciono de forma rápida, me siento más tranquila y paciente, más
amable y cariñosa. Viví en la ciudad de Monterrey – un lugar donde
florece la cultura y donde disfruté del festival del teatro. También de
muchos eventos y exposiciones artísticas, o presentaciones de libros y
contactos directos con dramaturgos, poetas y pintores. Conocí
personalmente a Coral Aguirre, Leticia Herrera, Hernán Galindo o
Hernando Garza… Estoy muy agradecida con el dramaturgo y traductor
mexicano Reynol Pérez Vázquez, quien tradujo dos de mis libros al
español: “En el ombligo de la
luna” (poesía) y “El
sombrerote”, un cuento para
niños.
11. ¿Tienen otros proyectos en cartera?
Acabo de traducir el poema “Al salir de la cárcel”, de Fray Luis de
León, para una antología que viene preparando Alfredo y que verá la luz
en Salamanca el mes de octubre próximo. Y, ya con calma y más adelante,
traduciré un libro inédito suyo, cuyo contenido prefiero no adelantar.
12. ¿Qué opinión le merecen las ilustraciones del pintor Salmantino
Miguel Elías, profesor de la Universidad de Salamanca, quien les
acompaña en la Antología?
No conozco personalmente a Miguel Elías, pero mucho he visto su
excelente pintura, pues tengo casi todos los libros de Alfredo que él ha
ilustrado. Todas las portadas me encantan, pero debo decir que su
trabajo en Savia de las Antípodas
demuestra su elevada categoría como pintor que, encima, domina las
técnicas de la pintura oriental. Para mí es motivo de orgullo estar en
un libro junto a este maestro de las artes. La
Antología Búlgara suma otro
acierto con los trabajos de Miguel.
13 Finalmente, ¿qué poetas contemporáneos de su país destacaría como
imprescindibles y cuáles escritores iberoamericanos son sus favoritos?
Desde mi punto de vista, algunos de los grandes poetas búlgaros
contemporáneos son Rumen Leonidov, Ivailo Balabanov, Liubomir Levchev,
Boris Hristov, Georgi Borisov, Ivan Valev, Rashko Stoikov, Boiko
Lambovski, Kristin Dimitrova, Mirela Ivanova… así como los recientemente
fallecidos, Konstantin Pavlov, Hristo Fotev, Ivan Dinkov, Blaga
Dimitrova o Pavel Matev…
Entre los escritores
iberoamericanos que más me atraen, están Mario Vargas Llosa, Pablo
Neruda, Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Octavio Paz, César
Vallejo, Violeta Parra, Gabriela Mistral, Isabel Allende, Carlos
Castaneda, y otros muchos, pues hay tantos y tan buenos…
***
Termino la entrevista acercando a los lectores la propia poesía de esta
traductora especialmente volcada con los poetas de lengua española. No
sé el búlgaro, pero leyendo su buena poesía estoy convencido que la
traducción de los poemas de mi querido amigo Alfredo Pérez Alencart
gozará de una estupenda acogida en Bulgaria.
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PARA TI
imagino palabras
y las ordeno
roca
que me proteja de la rotación inanimada
ciervo
que cargue entre sus astas
un trozo de mañana
helecho
que ha brotado de súbito en la arena
canción
que mane de coros celestiales
ballena
llevando a lomo el mar entero
corazón
escribo al final
Y te lo entrego.
CADA MAÑANA
lo abrazo
y me aprieto a él –
huele a musgo verde y a verano,
a relámpagos,
encendidos de calor,
a nieve lejana
y a tormentas silvestres…
Hay algo entre nosotros –
algún secreto,
algo inexplicable
que se apretuja
sobre esta gravedad matinal,
en este abrazo vivo,
algo que nos une
como cordόn umbilical –
a
mí, la andariega
y
a él, el roble secular.
EL GITANO Y EL CABALLO
arrastran su existencia por la cuesta.
Los cascos golpean las piedras escarpadas
y el gitano dice palabrotas/ dirigidas a todo ser vivo,
a todo lo que respira
por el mundo idílico,
mientras chasquea el látigo.
No olvida a su madre…
Ella muestra sus dos dientes
restantes:
-Su padre –dice– resoplaba más fuerte,
por eso paría cada año.
La risa sacude sus arrugados senos,
llenos de humo –
secos e inútiles.
Largo tiempo ella masca en su boca
un bocado duro,
sentada por el fuego perezoso
delante de la choza.
Por
su mirada pasan caballos y novias,
tambores,
osos,
caravanas
de niños
que
desaparecen al fondo,
por
la colina/ o las estrellas.
Entonces baja la noche. Cansado,
pero decidido a continuar
el movimiento universal,
su hijo esconde,
entre su cabeza sudada,
la cara de la esposa
y continua resoplando y empujando
las faldas rotas de la gitana,
resucitando la vida.
NO ME VOY ORILLA,
no me voy…
Solo es el ferry que se va
con su voz melancólica.
Se despiden las sirenas
y el blanco faro de Bari
alumbra
a los últimos acompañantes
de la madrugada.
Las luces tocan mi sombra
apenas un instante;
después se lanzan
sobre el leve
abismo ciego de Bari,
ciudad tan aromada
por blancos oleandros.
Con los destellos de la luna
mi sombra da señales
y el ferry, iluminado de azul,
deja su estela por el agua,
por ese camino
donde siempre regresan
las esperanzas que quedaron
sin sombra.
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Enrique Viloria Vera (Caracas, 1950).
Polígrafo, poeta, ensayista, crítico de arte, cronista, abogado por la
Universidad Católica “Andrés Bello” (Caracas, 1970), posee una maestría
del Instituto Internacional de Administración Pública (París, 1972) y un
doctorado en Derecho de la Universidad de París (1979). Actualmente es
profesor titular de la Universidad Metropolitana de Caracas y ha sido
profesor invitado por las Universidades de Oxford, St. Antony’s College,
Cátedra Andrés Bello, (Inglaterra 1990-1991) y por la Universidad de
Laval (Canadá 2002).
Es autor y coautor de más de cien libros sobre temas diversos: poesía,
artes visuales, gerencia, administración pública, ciencias políticas y
humorismo. Su obra escrita ha sido distinguida con el Premio de la
Academia Venezolana de Ciencias Políticas y Sociales, y con Menciones de
Honor en el Premio Municipal de Literatura (Mención Poesía) de Caracas y
en la Bienal Augusto Padrón del Estado Aragua. Recibió la Orden Andrés
Bello (Banda de Honor) y el Gran Cordón de la Ciudad de Caracas. En el
2002, la Biblioteca Nacional de Venezuela le organizó una exposición
bibliográfica y publicó un detallado catálogo con motivo de sus 80
títulos. Igualmente, la Biblioteca Pedro Grases de la Universidad
Metropolitana le organizó dos exposiciones con sus respectivos catálogos
en ocasión de sus 50 y 100 títulos bibliográficos.
Preside Ediciones Pavilo, es miembro de la Asociación Prometeo de Poesía
de Madrid, director fundador del Círculo Metropolitano de Poesía de
Caracas e integrante del Consejo Consultivo del Círculo de Escritores de
Venezuela. Dirigió la revista de poesía “Circunvalación del Sur” y ha
dictado conferencias o lectura de sus poemas en Marruecos, España,
Yugoslavia, Colombia, Ecuador, Perú, Nicaragua, Guatemala, Jamaica,
Eslovenia, Italia y el Reino Unido. En Venezuela, ha sido columnista
permanente en el Suplemento Cultural de Ultimas Noticias, El Globo, El
Diario de Caracas, El Universal, El Tiempo de Puerto La Cruz y Panorama
de Maracaibo. En España, fue columnista en la Tribuna de Salamanca.
Actualmente, es columnista en Venezuela Analítica y en el Noticiero
Digital de Caracas.
Viloria Vera es autor del primer libro de ensayo sobre la poesía de
Alencart. Su libro se titula
“Pérez Alencart: La poética del
asombro” (Verbum, Madrid, 2006).
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