22
Vi a Picasso
montado en un caballo verde
llevaba
camisa de fuerza y una máscara africana
Sus mujeres
lo seguían (a pie) por un desierto de sal
cargaban sus
cuadros al hombro y un paraguas
/ de Matisse
El caballo
lucía una extraña peluca
sus patas
ortopédicas se abrían hacia todos lados
desesperando
a Picasso que lo golpeaba con un palo
/ de ceniza
Aburrido
bajó del caballo
y comenzó a
trazar en el suelo figuras amorfas
líneas
arrancadas de un alfabeto imposible
Aquí cavaré
la tumba de Dios, se dijo
los gusanos
jamás me perdonarán
Y ordenó a
sus mujeres cortarse las venas
mientras él
pintaba su caballo de eternidad
26
Los viajes de la diligencia son
todos al más allá
Tendrán flechas suficientes los
apaches?
Vi a John
Wayne arriba de la diligencia
Disparaba a
todo lo que se movía
Lejos del
alcance de las balas
los indios
le cantaban el cumpleaños feliz
29
Vi a Tarzán
en silla de ruedas
sus gritos
se oían en todo el manicomio
De noche
veía leones en los pasillos
mandriles en
los barrotes de las celdas
serpientes
bajo su cama
Le decía
Jane a todas las enfermeras
Cuando salía
al patio la selva cobraba vida
Los
pacientes semejaban cazadores furtivos
negros con
sus lanzas afiladas
Y cuando al
fin cerraba los ojos
extraños
gorilas irrumpían en su habitación
le ponían
camisa de fuerza
le aplicaban
electroshock
y lo
portaban en hombros al país de los enanos
donde nuevas
aventuras lo esperaban
junto a ríos
perfumados de cocodrilos
31
Vi a Kafka
en el cuarto de los juguetes
Conducía un
tren infinito
sobre rieles
que parecían anguilas
Bajo la cama
otro niño desarmaba
una oruga
fluorescente
la oruga
tenía el rostro de Kafka
también los
muebles, los relojes
las paredes
tenían su rostro
las arañas
aburridas en sus telas
los juguetes
en la habitación
El único que
no tenía el rostro de Kafka
era el
propio Kafka cuyo rostro
semejaba una
página en blanco
Mario Meléndez
Esperando a Perèc
Derechos reservados
Pesaro, Italia, 2013
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