REVISTA TRIPLOV
de Artes, Religiões e Ciências


Nova Série | 2012 | Número 23-24

 

Estos textos forman parte de la antología “El pasajero de la lluvia” de Óscar Hahn, que será publicado a mediados de febrero del 2012 en ciudad de México por Laberinto ediciones, en la colección Metamorfosis de lo mismo, serie poetas universales, con selección de Mario Meléndez y prólogo de Francisco Véjar.

 

ÓSCAR HAHN

 El pasajero de la lluvia

                                                                  
CAFICHE DE LA MUERTE

Como carne de cóndores hirvientes

o de tordos quemados como cresta

del rojo al negro se cambió la fiesta

y en silencio se fueron los clientes

 

Se nos vació no más todo el prostíbulo

se vaciaron las camas y los bares

y todas las que estábamos de a pares

sollozamos de a una en el vestíbulo

 

Por el pasillo viene la señora

siempre tan maternal siempre a la hora

con su taza de té y un trago fuerte

 

Para qué te moriste desgraciado

Mira mi pobre cuarto desolado

tipo traidor: cafiche de la muerte

EDITOR | TRIPLOV

 
ISSN 2182-147X  
Contacto: revista@triplov.com  
Dir. Maria Estela Guedes  
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  LA MUERTE TIENE UN DIENTE DE ORO
 

La muerte no tiene dientes: se ríe con la encía pelada.

Y cuando muere un rico, la muerte tiene un diente de oro.

Y cuando muere un pobre, no tiene ningún diente

o le crece un diente picado. ¿Cachái ganso?

 

La muerte tiene la boca

llena de muelas tristes, de colmillos cariados,

llena de jugo gástrico en lugar de saliva.

 

Yo tuteo a la muerte.

“Hola, Flaca, le digo. ¿Cómo estái?”

Porque todavía soy un diente de leche.

  A LA UNA MI FORTUNA
 

Estuve toda la noche parado frente a tu puerta

esperando que salieran tus sueños

 

A la una salió una galería de espejos

a las dos salió una alcoba llena de agua

a las tres salió un hotel en llamas

a las cuatro salimos tú y yo haciendo el amor

a las cinco salió un hombre con una pistola

a las seis se oyó un disparo y despertaste

A las siete saliste apurada de tu casa

a las ocho nos encontramos en el Hotel Valdivia

a las nueve nos multiplicamos en los espejos

a las diez nos tendimos en la cama de agua

a las once hicimos el amor hasta el exterminio

 

Ahora son las doce del día

y tengo entre mis brazos

al cuerpo de todos mis delitos

  NACIMIENTO DEL FANTASMA
 

Entré en la sala de baño

cubierto con la sábana de arriba

 

Dibujé tu nombre en el espejo

brumoso por el vapor de la ducha

 

Salí de la sala de baño

y miré nuestra cama vacía

 

Entonces sopló un viento terrible

y se volaron las líneas de mis manos

las manos de mi cuerpo

y mi cuerpo entero aún tibio de ti

 

Ahora soy la sábana ambulante

el fantasma recién nacido

que te busca de dormitorio en dormitorio 

  A UNA LAVANDERA DE SANTIAGO
 

Mi prima que vivía de su artesa

se me murió de muerte repentina:

le partieron de un golpe la cabeza

con la culata de una carabina

 

Desde el abismo de su cráneo abierto

suben gritos y cantos fraternales:

entran en cada vivo en cada muerto

y enmudecen las músicas marciales

 

La ropa sucia no se lava en casa

cuando la manchan sangres tan enormes

que van de lavatorio en lavatorio

 

Un regimiento de manchados pasa:

y no podrá limpiar sus uniformes

ni el mismo purgador del Purgatorio 

 

  ¿POR QUÉ ESCRIBE USTED?
 

Porque el fantasma porque ayer porque hoy

porque mañana porque sí porque no

Porque el principio porque la bestia porque el fin

porque la bomba porque el medio porque el jardín

 

Porque góngora porque la tierra porque el sol

porque san juan porque la luna porque rimbaud

Porque el claro porque la sangre porque el papel

porque la carne porque la tinta porque la piel

 

Porque la noche porque me odio porque la luz

porque el infierno porque el cielo porque tú

Porque casi porque nada porque la sed

 

porque el amor porque el grito porque no sé

Porque la muerte porque apenas porque más

porque algún día porque todos porque quizás

  UNA NOCHE EN EL CAFÉ BERLIOZ
 

Yo he visto su cara en otra parte le dije

cuando entró en el Café Berlioz

 

Soy de otra dimensión contestó sonriendo

y avanzó hacia el fondo del salón

 

Ella finge escribir en su mesa de mármol

pero me observa de reojo

 

Desde mi mesa veo su cuello desnudo

 

Como un aerolito cruzó mi mente

el rostro de Muriel mi amante muerta

 

Usted es zurda le dije acercándome

Hacemos la pareja perfecta

 

Tomé su lápiz y escribí “te amo”

con mi mano derecha en la servilleta

 

Rey del lugar común respondió sin mirarme

mientras le echaba azúcar al té

 

Me ha clavado una estaca en el corazón

Me ha lanzado una bala de plata

Me ha ahorcado con una trenza de ajo

 

Volví confundido a mi mesa

con la cola de diablo entre las piernas

 

En este punto las sombras de los clientes

pagaron y se fueron del Café Berlioz

 

Váyanse espíritus les dije furioso

agitando mi paraguas chamuscado

 

¿Hay alguna Muriel aquí?

gritó la mesera desde el umbral

 

Cuando ella caminó hacia la puerta

vi que tenía una cruz en la mano

 

Por favor tráiganme la cuenta

que ya está por salir el sol

 

La lluvia penetra por los agujeros de mi memoria

 

Muriel Muriel

¿por qué me has abandonado? 

  EN LA PLAYA NUDISTA DEL INCONSCIENTE
 

Un hombre está tendido en la playa nudista del inconsciente

a esa hora de la noche en que salen dos soles

 

La parte mujer del hombre corre graciosamente hacia el agua

La parte hombre camina en dirección a la orilla

 

En la playa nudista del inconsciente

las dos partes se bañan tomadas de la mano

 

El sol negro se alza en el horizonte

El sol blanco se pone al rojo vivo

 

La mujer y el hombre hacen el amor hasta el vértigo

Sus cuerpos luchan en la arena fosforescente

 

Y el firmamento se llena de aerolitos

que se desplazan a la velocidad de la luz

  HUESO
 

Curiosa es la persistencia del hueso

su obstinación en luchar contra el polvo

su resistencia a convertirse en ceniza

 

La carne es pusilánime

Recurre al bisturí a ungüentos y a otras máscaras

que tan sólo maquillan el rostro de la muerte

 

Tarde o temprano será polvo la carne

castillo de cenizas barridas por el viento

 

Un día la picota que excava la tierra

choca con algo duro: no es roca ni diamante

 

es una tibia un fémur unas cuantas costillas

una mandíbula que alguna vez habló

y ahora vuelve a hablar

 

Todos los huesos hablan penan acusan

alzan torres contra el olvido

trincheras de blancura que brillan en la noche

 

El hueso es un héroe de la resistencia

  LOS FANTASMAS DE LISBOA
 

Dónde estará el pasado que tuvimos

el pasado que tuve entre tus brazos

En la calle resuenan nuestros pasos

pero no estamos: nos desvanecimos

 

Dónde estarán los besos que nos dimos

la tristeza tan dulce de los fados

tus promesas tus llantos mis enfados

nuestros cuerpos que un día compartimos

 

Asustados los nuevos ocupantes

de nuestro cuarto en el hotel escuchan

la risa de personas que se duchan

 

Como los personajes de Pessoa

somos almas sin cuerpo: dos amantes

que penan en las noches de Lisboa

  TORRES GEMELAS
 

Estrellaste tu avión contra mi torre

y yo mi avión contra la tuya

 

Eso fuimos los dos:

torres gemelas que se desplomaron

torres en llamas que se hicieron escombros

 

Y ni siquiera habrá un monumento

a la memoria de nuestro amor:

 

solamente un terreno baldío

y una nube de polvo 

  SASTRERÍA
 

Me he probado la muerte como un traje

que por ahora me queda grande

 

Y tengo mucho miedo

de que mi cuerpo empiece a crecer

hasta alcanzar el tamaño de mi muerte

 

y que de pronto la ropa me quede bien:

los zapatos holgados

la camisa impecable

 

el traje a la medida

  DESPUÉS DEL INCENDIO
 

Tengo que recoger mis escombros

darles la forma humana que tenían

y seguir adelante

 

Que no haya brasas en los ojos

ni nubes de humo negro en el alma

 

Algunas cicatrices

por aquí y por allá son aceptables

 

Lo demás es echarse el dolor a la espalda

limpiarse las cenizas

y continuar andando 

  PARÁBOLA DEL TRIÁNGULO
 

Había una vez

dos ángulos inferiores

que planeaban eliminar

al ángulo superior

 

Olvidaron sin embargo

un principio elemental

 

Ningún triángulo puede

existir con dos ángulos

 

Perpetrado el crimen

y como era de esperar

el triángulo completo

desapareció del mapa

 

Y con él los victimarios

 

En el diseño del universo

nadie está libre de cavarse

su propia tumba

  CAJONES
 

Se abrieron todos los cajones

de los muebles que había en la casa

Saltaron por el aire

las cosas que estaban adentro

como si una caterva

de demonios enloquecidos

buscaran algo en su interior

Yacían las cosas desparramadas por el suelo

crujían los cajones vacíos

Ave María Purísima exclamé persignándome

Y una voz surgida de no sé dónde dijo:

sin pecado concebida

Y de nuevo saltaron las cosas por el aire

y regresaron al lugar de donde habían salido

Todo volvió a la normalidad

Excepto ese cajón que aún permanece abierto

y que parece una boca de lobo

  LA MEMORIA DE LOS ESPEJOS
 

 

 

En este espejo que cuelga

en el baño de mi dormitorio

ella se peinó una noche

y después se fue para siempre

 

Ahora me pregunto si su imagen

no habrá quedado presa en el espejo

como la joven que se peina

en el cuadro de Renoir

 

Día a día la busco

por los rincones del azogue

pero lo único que encuentro

es el reflejo de la cama vacía

 

De esa noche sólo me quedan

dos cabellos suyos

enredados en mi cepillo

y la triste certeza

de que los espejos no tienen memoria

 

 

 

 

OSCAR HAHN (CHILE, 1938-) 
Poeta, ensayista y crítico chileno nacido en Iquique en 1938. Estudió Pedagogía en la Universidad de Chile. Fue profesor de Literatura en la Universidad de Arica y posteriormente se radicó en EE.UU. donde se ha dedicado a la docencia, inicialmente en la Universidad de Maryland y actualmente en la Universidad de Iowa.  
Su obra poética se inició en 1961 con «Esta rosa negra», al que le siguieron, «Agua final» en 1967, «Arte de morir» en 1977, «Mal de amor» en 1981, «Imágenes nucleares» en 1983, «Flor de enamorados» en 1987, «Estrellas fijas en un cielo blanco» en 1989, «Versos robados»  y «Antología virtual» en 1996.  Obtuvo el Premio Alerce de la Sociedad de Escritores de Chile y el Premio Municipal de Santiago.

 

 

© Maria Estela Guedes
estela@triplov.com
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