REVISTA TRIPLOV
de Artes, Religiões e Ciências


Nova Série | 2011 | Número especial
Homenagem a Ana Luísa Janeira

 

Ana Luísa Janeira
Foto de José M. Rodrigues

MARÍA EUGENIA ESTÉ

 

Un ejercicio de reflexión
 

en homenaje a Ana Luísa Janeira
 

EDITOR | TRIPLOV  
ISSN 2182-147X  
DIREÇÃO  
Maria Estela Guedes  
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ANA LUISA JANEIRA, LA ANDARIEGA (A MODO DE CRONICA)


Alguien abrió la puerta del cuarto de hotel y la luz del pasillo dejó entrever la figura de una señora regordeta de estatura media y cabellito muy corto, que pisaba desde hacía rato los sesenta años. Vestía una extraña capa negra como de hechicera, un sombrero corto y algo que bien podría haber sido una vara mágica o un bastón.

La doctora Yajaira Freites, participante habitual de los congresos de la Sociedad Latinoamérica de Historiadores de la Ciencia y la Tecnología, interrumpió su merecido descanso en aquella habitación de hotel en Buenos Aires, cuando a las cuatro de la mañana Ana Luisa Janeira abrió la puerta y tajantemente le dijo, sigue durmiendo

 
 
 
 
   
   
   
   
   
   
 
 

Era el año 2000, las dos colegas compartieron el espacio de descanso, el encuentro profesional, las visitas a la ciudad y por supuesto el shopping. A través de los años, conservaron una escasa pero consecuente relación de epístola electrónica que me permitiría en febrero del 2008 no sólo tener el privilegio de conocer el proyecto en ciernes Marcas de las Ciencias y las Técnicas en las calles de Lisboa, sino también el honor de acceder a la amistad y el vínculo intelectual con Ana Luisa Janeira.

Desde el año 2006 a esa fecha, había acariciado la idea de llevar a cabo un proyecto de comunicación pública de la ciencia a través de los espacios urbanos en Caracas. Cuando lo expuse ante el Consejo Directivo de la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (AsoVac), a instancias de mi colega Yajaira Freites, la idea fue mal recibida y peor comprendida. Nada más oportuno y terapeútico que recibir el correo de Yajaira linkiando el hermoso proyecto de Ana Luisa y sus compañeros de la Universidad de Lisboa, sugiriendo que me pusiera de inmediato en contacto con ella para buscar la forma de vincular mi idea con el trabajo de los lusitanos: tiene ideas parecidas a las tuyas ¡Valdría la pena contactarla!

La respuesta no tardó en llegar. El tono del correo de Ana Luisa era franco y muy acogedor. En pocas palabras exhibía la disposición y el entusiasmo de una jovencita. Casualmente, yo preparaba viaje para Alemania y todo parecía conjugarse para que el contacto virtual se convirtiera en un encuentro de carne y hueso.

Era mi segunda visita a Lisboa, ciudad que había caminado con fruición y ojos de enamorada.

En esta ocasión sólo contaba con un par de días, previstos para el encuentro con Ana Luisa y sus colegas. Llegué a la dirección indicada en taxi desde el aeropuerto. Ella tuvo la cortesía de hospedarme en su apartamento, asunto que acordamos un par de días antes por vía telefónica ¿Quién era esta europea que ofrecía su casa de buenas a primeras, a una completa extraña, como solemos hacer los latinoamericanos con todo el mundo? Su apariencia física y su edad también me sorprendieron. A pesar de las advertencias de Yajaira y a causa del entusiasmo de sus correos, me imaginaba a una mujer adulta y delgada, de gestos ágiles y muy decididos. Una mujer adulta, sí, pero más joven, con esa apariencia estereotipada que se tiene frecuentemente de los filósofos e intelectuales.

Ana Luisa tiene la estampa de una señora, dueña de casa, un poquillo excéntrica pero al fin y al cabo, una pastelera, consentidora de los niños. Sólo cuando abre la boca y empieza a hablar de Simon Weil, de las dificultades del concepto de “lo construido” para el proyecto Marcas, de los problemas que atraviesa la enseñanza y la investigación en Filosofía de la Tecnología, de esa otra rareza filosófica que es Theilard de Chardin, uno se da cuenta de la afortunada inutilidad de los estereotipos.Su apartamento estaba repleto de souvenirs de todas partes del mundo y en algún momento de descanso me contó que acababa de estar tres meses recorriendo Vietnam con un par de amigas. Ana Luisa propuso una visita a Venezuela y que organizáramos un taller para propiciar el proyecto Marcas en la ciudad de Caracas.

Con el equipo de Marcas trabajamos una tarde completa. En la mañana, Ana Luisa me presentó el proyecto y me dio a conocer la base de datos, el fichero con el cual recogían los datos, etc. El proyecto tenía ocho años en ejecución y estaba todavía crudo porque Ana Luisa esperaba mucho más de él.

 

Los paseos turísticos de base científica estaban en la mira, así como también los mapas virtuales y la elaboración de contenidos para dispositivos móviles y telefonía celular.

Coincidiendo con una visita profesional de Ana Luisa al Brasil, organizamos el Taller de Compromiso Ciudadano con la Ciencia y la Tecnología que tenía como invitado, además de Ana Luisa, a Antonio Lafuente de España (imagen 1). 

 

Ella me ofreció un intercambio muy justo: su pasaje a cambio de un mes de estadía en Venezuela. Yo no entendía por qué Ana Luisa quería permanecer tanto tiempo en el país, pero la respuesta me fue revelada al ver la pasión, el rigor y la imprudencia con las que recorría las calles de la ciudad o se embarcaba a Santa Elena de Guairén en la Amazonía venezolana. Ana Luisa tiene una poderosa vocación y ejercicio de andariega. Esa es su naturaleza verdadera.

En la Fundación Tecnohumano habíamos tenido la precaución de advertirle acerca de la inseguridad y los peligros de la ciudad y como mecanismo de protección, para las emergencias, compramos un teléfono móvil que le entregamos el mismo día de su llegada. Un día domingo casi me mata del susto. Llamé a Ana Luisa cerca del mediodía y me informó, tranquila y como quien no quiere la cosa, que estaba en Antímano - una zona de sectores populares azotada por la violencia de la pobreza y la delincuencia – a bordo de una unidad de transporte colectivo superficial, agachada debajo de los asientos porque el chofer le había indicado que se ocultara para evitar robos o balas.

 

De igual manera, con la misma calma pero no exenta de entusiasmo, aceptó la invitación que nos hizo el Ministerio de Ciencia para asistir al Encuentro de Divulgación de la Ciencia y conocer la ciudad de Maracaibo (imagen 2).

Así también, se organizó por cuenta propia y sin más compañía que su propio sombrero un viaje a Ciudad Bolívar, Santa Elena de Guairén y la Gran Sabana.

 

Ana Luisa tiene una poderosa vocación y ejercicio de andariega. Esa es su verdadera naturaleza. Quizá por esa razón camina con pasión, rigor e imprudencia por las calles de Lisboa, dejando a propios y extraños una guía para conocer y amar su ciudad desde esa perspectiva tan excéntrica, las marcas históricas y actuales de las ciencias y las técnicas.

Durante su estadía en Caracas, volvimos una y otra vez sobre los presupuestos epistemológicos del proyecto Marcas, revisamos sus conceptos problemáticos y los obstáculos de su puesta en escena. La mundanidad de Ana Luisa es una condición cultivada al calor de sus años de estudio y sus andanzas por el mundo, una herramienta invaluable para reconocer y calibrar cualquier territorio, y sentirse como pez en el agua en cualquier lugar de la Tierra. Su mirada, íntima y extraña a la vez, nos ayudó a comprender las ventajas y dificultades de nuestra ciudad como problema de investigación.

Después de una conferencia que dictó en el Foro Cultural de la Casa Portuguesa, por invitación de su presidente, y ante un grupo nutrido de luso-venezolanos de al menos dos generaciones, Ana Luisa y nosotros, la Fundación Tecnohumano, acordamos impulsar el proyecto Ciencia y Técnica en la Trama Urbana de Caracas. La ilusión y el entusiasmo llenaban nuestros corazones y estimulaban nuestros pensamientos. Sabíamos que nos enfrentábamos a un gran reto y a muchas dificultades.

Por sus propios medios, Ana Luisa pudo apreciar el clima de opresión, de dificultad material y moral, que vive nuestro país, gobernado por un militar astuto y audaz como sólo la ignorancia sabe serlo; que llegó al poder valiéndose de los artefactos de la democracia representativa, de las carencias sociales y culturales de una ciudadanía inconclusa y de un discurso populista que prometía la némesis histórica y el poder a los desposeídos. Ella misma pudo testimoniar el estado de destrucción progresiva de nuestros espacios urbanos y del tejido social que debería corresponderle. En este marco de destrucción de la escasa institucionalidad que se construyó durante los 40 años anteriores de democracia representativa, empantanados en un proceso creciente de empobrecimiento en todos los órdenes de la vida económica, social y cultural, es sencillamente titánico cualquier esfuerzo distinto a la mera acción política y la supervivencia cotidiana.

Seis meses después de la partida de Ana Luisa, logramos suscribir un acuerdo interinstitucional con la Alcaldía Metropolitana para recibir el aval y apoyo del Instituto Metropolitano de Urbanismo. El día que firmamos el acuerdo, el gobierno nacional propinó un golpe de estado al recién electo Alcalde Metropolitano Antonio Ledezma, retirándole, a través de una argucia parlamentaria, sus competencias y recursos presupuestarios; e imponiendo por designación presidencial a una espuria Autoridad Única del Distrito Capital.

El impulso presupuestario del proyecto dependía de nuestro esfuerzo de captura de fondos sobre la base de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación que estimulaba la articulación entre las empresas y las organizaciones no gubernamentales, permitiendo la inversión en ciencia y tecnología mediante aportes empresariales a proyectos de su conveniencia.

En diciembre de 2010, el gobierno nacional truncó esas posibilidades. Haciendo uso de su mayoría absoluta en el parlamento nacional, ordenó abiertamente la aprobación precipitada – en 15 días – de un paquete de leyes, incluida una ley que otorga poderes legislativos especiales al presidente de la república, destinado a concentrar el poder en el Ejecutivo Nacional, fundamentar el llamado socialismo del XXI, restringir más las libertades cívicas y ciudadanas, y restarle facultades al recién electo congreso, más plural y disidente.

Entre ese paquete de leyes, la nueva Ley Orgánica de Ciencia y Tecnología dio al traste con las liberalidades de la ley anterior que abrían un juego diverso de articulaciones para la construcción de un sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación; convirtiendo los aportes e inversiones libremente determinados por la empresas, en contribuciones fiscales que serán exclusivamente administradas por una autoridad caracterizada por la corrupción, la ineficiencia y la exclusión ideológica y partidista, amén de un anticientismo manifiesto, envuelto en baratijas conceptuales como el cultor científico y la ciencia (o el inventor) popular.

Sin embargo, con el homenaje a nuestra querida Ana Luisa Janeira, Yajaira y yo hemos retomado la reflexión y el diálogo en torno al proyecto CIENCIA Y TECNICA EN LA TRAMA URBANA DE CARACAS. Esto ha representado el esfuerzo de revisar, bajo fuego cruzado, sus presupuestos conceptuales; reparar de nuevo en las diferencias y similitudes que tiene con MARCAS; rediseñar las estrategias para organizar equipos de trabajo voluntario y captura de recursos; etc.

La voluntad de Ana Luisa, la sistematicidad de su trabajo, evidenciada en el resultado a la vista del proyecto MARCAS, vuelve a ser tanto una inspiración como una llamada de atención que nos pone en deuda con nosotras y, por qué no, con nuestra andariega amiga. Salud y buenos deseos.

 

MARCAS DE LAS CIENCIAS Y LAS TECNICAS EN LAS CALLES DE LISBOA (BAJO LA LUZ DE CARACAS)

 

El proyecto MARCAS DE LAS CIENCIAS Y LAS TECNICAS EN LAS CALLES DE LISBOA tiene un punto de partida muy poderoso por su sencillez y belleza: la convicción de que la ciudad como dispositivo de saber y memoria puede ser reconocida y apropiada durante el paseo peatonal.

Abandonando el automóvil y mirando atentamente el paisaje construido de la ciudad de Lisboa mientras se camina, Ana Luisa Janeira y su equipo de colaboradores nos proponen una manera a la vez relajada y rigurosa de aprovechar y reconstruir las matrices de conocimiento científico y tecnológico que, a través de la historia, van dejando sus marcas en los equipamientos urbanos, los monumentos y las toponimias.

El punto de partida, que podemos asumir como un presupuesto metodológico, un modo de hacer para conseguir un objetivo, encuentra raíces en la historia de transformación y reconstrucción de las ciudades europeas que emergen de las ruinas, ora de las catástrofes y los desaguisados urbanos, como en el caso de la Lisboa del Marqués de Pombal o el París del Barón Haussman ; ora de las guerras, como en el caso de la ciudad de Havre, por el Ministro Raoul Dautry y el arquitecto Auguste Perret. Es la historia de la modernidad europea que ha embebido la figura del individuo soberano y lo ha reconocido como centro y pivote del conocimiento y la acción, desde el artesano en su taller, reconocido por los Enciclopedistas y clara herencia del Renacimiento, hasta el paseante encantado sobre el macadam, entre lo fugaz y lo eterno.

La Lisboa histórica del proyecto MARCAS puede recorrerse a pie, a pesar de sus empinadas colinas y sus largos ejes viales. Ella es hija de esa modernidad que ha prodigado al ciudadano, cuidadosa de sus dimensiones a la medida del cuerpo humano.

La Caracas urbana que intentamos estudiar en CIENCIA Y TECNICA EN LA TRAMA URBANA es el vestigio de una ciudad moderna que alguna vez quiso ser a la medida del cuerpo humano y procurar la existencia de espacios públicos para el solaz ciudadano. Caracas es hoy un territorio mal domesticado por el automóvil, amo y señor de la gasolina más barata del mundo; sin transporte público adecuado y despanzurrada por todas partes, a cuenta de la construcción de servicios públicos que nunca se terminan. Las calles y veredas de sus barrios y urbanizaciones semejan evidencias de un bombardeo aéreo, pero son en realidad las pruebas fehacientes de la incompetencia de sus burgomaestres. La salubridad pública es el signo de un doble abandono: por sus autoridades que han entregado la recolección de desperdicios y el mantenimiento de los alcantarillados a los menos capaces; por sus ciudadanos, dejados a su suerte entre escombros y basura, sin voluntad ni educación para evitar la acumulación cotidiana de porquerías.

Recientemente, la asedia la oscuridad. El alumbrado público ha sufrido los rigores de la falta de mantenimiento general del servicio eléctrico y en poco tiempo será sometida al racionamiento eléctrico que ya es moneda corriente en el resto del país.

El ciudadano común, en coche o a pie, recorre la ciudad en estado de alerta permanente, sospechando de cualquier esquina o atasco que se le presente, porque ese puede ser el instante y el lugar donde le alcance la muerte, o por suerte sólo el despojo de alguna pertenencia. De acuerdo con las organizaciones no gubernamentales PROVEA y el Observatorio Venezolano de Violencia, desde 1999 hasta la fecha más de 188.000 personas han sido asesinadas a nivel nacional, y desde el año 2005 el gobierno nacional no proporciona cifras oficiales de homicidios.

 

La realidad que se vive en la Morgue de Caracas, fotografiada a riesgo por los periodistas del diario El Nacional (imagen 3), generó una amenaza de prohibición y censura de parte del Ministerio de Comunicaciones, que obligó a la prensa independiente a echar mano de estrategias oblicuas para informar a la población y mostrar las crudas realidades.

 

La ciudad sufre un deterioro generalizado, el empobrecimiento creciente del país se testimonia en su trama urbana. El subterráneo, orgullo y escuela de la civilidad, se encuentra sometido también a un proceso de destrucción acelerado: parálisis, asfixia, falta de mantenimiento, canibalización de repuestos. Estas son algunas de las palabras que se utilizan en la prensa para dar cuenta de un servicio en decadencia que maltrata al usuario, quien responde con poco o ningún agradecimiento o cuidado.

El centro histórico de la ciudad padece todas estas calamidades, donde otrora se podía caminar ya no se puede. Siendo también por excelencia el espacio de los poderes nacionales y organismos del Estado, experimentó durante 10 años continuos un proceso de monopolización por parte de los grupos progubernamentales, armados o desarmados, que sustrajeron el centro histórico de las posibilidades ciudadanas. Recientemente, después de las elecciones de diputados que recolocaron a las fuerzas disidentes en la arena parlamentaria, el centro histórico se ha convertido en un espacio disputado de protestas ciudadanas versus manifestaciones de apoyo al gobierno.

El reclamo que MARCAS formula sobre el desarraigo en la ciudad y la pérdida de la memoria histórica; la necesidad de propiciar “buenos hábitos de descubrimiento y bienestar, construyendo caminos para pulsar y sentir los barrios históricos (…), aprovechando la marca científica y técnica, y, por eso mismo, cultural”; se convierte en un grito de urgencia esencial para la ejecución de este proyecto épico en nuestro trágico y demoledor escenario.

La invitación que nos hace Ana Luisa y su equipo a explorar la ciudad y reconstruir sus marcas científicas y técnicas a partir de la belleza y sencillez del paseo peatonal, nos plantea preguntas más primigenias aún desde la precariedad e indigencia de nuestra ciudad: ¿Cómo caminar la ciudad sin arriesgar la vida? ¿Cómo fotografiar los espacios sin que te roben la cámara? ¿Cómo organizar equipos de voluntarios para tales fines? ¿Cómo organizar a los vecinos y entusiasmarlos para que salgan a re-conocer y amar una ciudad que los maltrata y que maltratamos sin piedad? ¿Cómo eludir o incorporar la protesta ciudadana cotidiana que acontece en el campo de estudio? ¿Cómo agenciar los recursos de este proyecto en este clima de desinstitucionalización de la ciencia, destrucción de la empresa privada y empobrecimiento generalizado del país?

Estas urgentes preguntas, algunas de ellas con respuestas todavía inciertas, no soslayan sin embargo otras reflexiones que nos inspira el proyecto MARCAS a la luz de la ciudad de Caracas. Veamos brevemente con el ánimo de ir concluyendo.

MARCAS se proyecta sobre una matriz estructuralista y abraza con suficiente plasticidad y elegancia las influencias de sus hijos más críticos y dilectos: Foucault, Deleuze y Guattari.

No en vano, Ana Luisa Janeira y su equipo de colaboradores fundamentan el trabajo de campo en la búsqueda de marcas que constituyen el significante bien de un objeto (tema, problema) de conocimiento científico-técnico, bien de un sujeto (agente, actor) relacionado con este conocimiento. El significante va a ser comprendido y localizado dentro de un universo semántico cuya definición queda a cargo de cada colaborador, para respetar la diversidad de disciplinas y competencias que el equipo pone en juego desde sus mismos orígenes.

No queremos entrar a revisar la consistencia de este modo de plantear el trabajo de campo. Ameritaría un ensayo cuidadoso de la filigrana que MARCAS ha puesto a disposición de todos. Sin embargo, parece evidente que a la insuficiencia del concepto saussureano de signo sobre el cual está levantado el concepto de “marca”, tiene que salirle en auxilio la portentosa reflexión de Michel Foucault que intentaba eludir las ópticas binarias significante/significado y sujeto/objeto, a partir de complejos transversales de prácticas materiales y discursivas.

No en vano, Ana Luisa Janeira y su equipo estudian las edificaciones como dispositivos sociales atravesados por discontinuidades temporales, que responden no sólo a los conjuntos disciplinares y sus prácticas epistémicas en tanto que a priori (lo ya enunciado, como diría Foucault); sino que ponen de manifiesto, sobre todo, unos modos de hacer y de decir no gobernados exclusivamente por la lógica de las disciplinas (en este caso, científico-técnicas), sino más bien por las redes que se tejen entre ellas y cuyo resultado es siempre más que la suma de las partes: una plusvalía de realidad que debe ser descubierta, o inventada, nombrada, definida y clasificada al calor de la investigación. Lo real, militar, el trabajo y otras cosas por ejemplo.

Ahora bien, Lisboa, como cualquier ciudad importante de Europa, da muestras evidentes de la codificación que desde el nacimiento mismo de la ciencia ha ido quedando como huella o marca en la trama urbana. Esta codificación hace posible que los investigadores, sobre la base del binarismo saussureano y la plástica que le añade la revisión foucaultiana, puedan con relativo consenso acordar que una determinada pincelada, un trazo, un gesto o una decisión, es la marca del conocimiento científico y sus actores.

 
La historia de la ciencia y la tecnología en la trama urbana de Caracas tiene algunos conjuntos evidentes: el Palacio de las Academias, el Observatorio Cajigal, el campus de la Universidad Central de Venezuela. Pero nos referimos a una ciudad en donde más de la mitad de sus habitantes viven en edificaciones autoconstruidas, sin un planeamiento urbano mínimo y sin servicios urbanizados de manera apropiada (imagen 4).
 

Por esta razón, preferimos asumir que la ciudad completa es una semiosfera cuyos signos – en tanto evidencias de ciencia y técnica – deben interpretarse como tales en virtud del uso urbano, mediante una matriz triádica – objeto, representamen, interpretante – que nos permitirá incorporar los materiales, las técnicas constructivas, las periodicidades arquitectónicas, artísticas o culturales y las apropiaciones discursivas (imaginarias o no), como marcas de la ciencia y la técnica.

 
De esta manera, edificios que constituyen hitos de la arquitectura en Caracas, como el Parque Cristal de Jimmy Alcock (imagen 4) pueden valorarse como expresión del conocimiento científico y tecnológico, en virtud de sus sistemas constructivos, los materiales utilizados, la innovación en el diseño y las apropiaciones ciudadanas, incluidas los usos propiamente dichos, las historias, leyendas, los relatos periodísticos, documentales, etc. Así también, por ejemplo, con la hermosa esfera Caracas de Jesús Soto (imagen 6).
 
Por estas mismas razones, los ejes temporales del proyecto CIENCIA Y TECNICA EN LA TRAMA URBANA no están determinados solamente por la historia de la ciencia y la tecnología, sino también por la movilidad y migración de sus habitantes, los de antes y los de ahora, los nativos y los foráneos, los pobres y los ricos, etc.
Por esa misma razón, el uso urbano como interpretante, la incorporación de los vecinos a la recolección de datos y el reconocimiento de los espacios urbanos es vital para el proyecto.
 

CIENCIA Y TECNICA EN LA TRAMA URBANA. UN PROYECTO PENDIENTE
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y ANTECEDENTES

 

Las ciudades modernas como Caracas generan un sentimiento de desarraigo como resultado del desconocimiento del tejido urbano, sus signos y significaciones, inclusive en relación con el entorno inmediato del vecino y ciudadano.

El desarraigo genera a su vez indiferencia e incluso desprecio por el espacio y la relación con los otros, de manera que no es posible una apropiación de la ciudad por sus habitantes para impedir el deterioro general de la calidad de vida y la suma de felicidad posible. Este desarraigo, producto del desconocimiento de la trama urbana, se convierte en foco de imposibilidad y perturbación para la participación pueblo en la toma de decisiones relacionadas con la ciudad. En consecuencia, la urbe queda a la deriva de los despotismos del mercado que implican el uso del territorio para la satisfacción del capital sin considerar las dimensiones humanas del desarrollo del hábitat.

Es necesario otro enfoque: aquél que centra su atención en la participación activa de la gente como decisor fundamental mediante la construcción de redes sociales y la apropiación de la ciudad. La trama urbana genera redes de signos, artefactos y relaciones de distintas clases, entre otras, aquellas vinculadas con la ciencia y la tecnología. Bien sea porque la ciudad se construye con conocimiento científico y tecnológico, bien sea porque estos saberes dejan su marca en la trama urbana, conjuntamente con los saberes populares.

Tanto la trama urbana como el conocimiento tecnocientífico son dispositivos que cambian a través del tiempo. Por lo tanto, el eje histórico debe ser tomado en consideración para entender, no sólo las transformaciones del tejido de la ciudad, sino también de los conceptos y perspectivas que animan a la ciencia y la tecnología.
Diversos planes urbanos y de ordenamiento del territorio han hecho énfasis reiteradamente en la importancia del catastro y la constitución de bases de datos y cartografías que permitan mejorar los sistemas de planificación y la políticas públicas que se diseñan para la ciudad. Sin embargo, ninguno ha considerado que en la ejecución de dichas políticas es fundamental la incorporación y participación activa de los vecinos y las comunidades afectadas, positiva o negativamente, por el lugar donde viven y conocedoras directas, al fin y al cabo, de los problemas que enfrentan día a día.

En conclusión, el estudio y análisis de la trama urbana utilizando la impronta de la ciencia y la tecnología a través del tiempo sobre el tejido de la ciudad, permitirá generar mecanismos de apropiación ciudadana sobre el entorno para el desarrollo urbano y, adicionalmente, el conocimiento público de los saberes científico y tecnológico.

 

JUSTIFICACION

 

• Relevancia de los resultados
Una manera de ensayar el reconocimiento ciudadano del entorno urbano es a través de las improntas y los signos que el conocimiento científico y tecnológico ha ido dejando en la ciudad a lo largo de su historia. Es también una manera novedosa de mostrar la ciencia y la tecnología al público. Los dos sentidos planteados de esta propuesta, contribuyen a superar el desarraigo que ocasiona el desconocimiento de la ciudad y su tejido urbano, sobre todo si el proyecto está fundamentado en la incorporación y participación activa de las comunidades, a través de talleres y organización y de la información. Una comunidad que participa en la identificación de su hábitat adquiere una mejor relación con su medio y con los otros, lo cual impacta favorablemente la vida de la comunidad y el ambiente. La ciencia y la tecnología constituyen un poderoso y penetrante mecanismo social que construye nuestro ambiente, la vida en sociedad y los modelos con los cuales la representamos y valoramos.

• Fortalecimiento de los espacios para la ciencia
El proyecto fortalece los objetivos estratégicos de la Fundación Tecnohumano que ha venido desde el 2001 desarrollando actividades y formación para la comunicación de la ciencia y la tecnología. En ese sentido, la propuesta permite la constitución de redes de apoyo profesional para los talleres de las comunidades involucradas. A mediano plazo, las bases de datos y la información organizada como producto del proyecto, estarán a disposición de los interesados en el ordenamiento territorial y el diseño de subproductos como paseos turísticos, etc. El acceso a estas bases de datos será abierto a todo público y estará a disposición de las comunidades organizadas en la red Infocentros.

• Formación
La formación de talento se realizará en dos sentidos: A) en relación con los vecinos de las comunidades involucradas a los cuales se les darán talleres para el reconocimiento de su entorno, el acopio de información, la constitución de bases de datos y conocimiento de la ciencia y la tecnología en su medio. B) en relación con los equipos de voluntarios y estudiantes que van a realizar el trabajo de acopio, clasificación y análisis de información quienes se vincularán tanto a las comunidades como a los profesionales y especialistas (nacionales y extranjeros) asesores del proyecto.

• Participación
El proyecto se llevará a cabo con la participación activa de los vecinos y ciudadanos, organizados en redes sociales, haciendo uso intensivo de redes virtuales y tecnológicas. Para ello es preciso lograr el compromiso y la participación de los consejos comunales, las asociaciones de vecinos, estudiantes universitarios en ejercicio del trabajo comunitario o proyectos de investigación, etc. Estos grupos organizados recibirán entrenamiento a través de talleres específicamente diseñados para los planes propuestos.

• Beneficios adicionales
La posibilidad de formular un curso de turismo científico y tecnológico y diseñar paseos urbanos con base en la impronta de la ciencia y la tecnología en la trama urbana.

 

OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL

 

Este proyecto tiene como objetivo elaborar una base de datos con información histórica y actual de las localidades seleccionadas, para mostrar cómo ciertos elementos de la trama urbana expresan conceptos y aspectos vinculados a la ciencia, la tecnología y la innovación.

Este objetivo permitirá dos propósitos fundamentales al proyecto:

A. Generar conocimiento de la trama urbana, y por lo tanto, estimular el arraigo y la participación ciudadana.

B. Desarrollar conocimiento público de la ciencia y la tecnología sobre la base de su impronta en la trama urbana para los vecinos y ciudadanos.

 

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 

1. Levantar la cartografía que permita marcar e identificar la toponimia, edificaciones y monumentos que se valorarán en relación con la historia, el conocimiento y la cultura tecnocientífica en la ciudad de Caracas y el Distrito Metropolitano.

2. Formular y llevar a cabo los talleres comunitarios y vecinales de instrucción y entrenamiento para el levantamiento de la base de datos y el compromiso ciudadano con el proyecto.

3. Levantar la base de datos con ayuda de organizaciones e integrantes del entorno concreto que se va a estudiar.

4. Presentar a los vecinos la cartografía de sus sectores estudiados.

 

METODOLOGIA

 

La implementación del proyecto estará fundamentada en tres ejes transversales que se cruzan a lo largo y ancho de un histórico y un eje conceptual. La trama urbana se construye en el tiempo y el eje histórico debe dar cuenta de las transformaciones que ocurren en el espacio objeto de estudio. El eje conceptual es el resultado de discusiones teóricas previas que fundamentan las definiciones de técnica, tecnología, ciencia y tecnociencia. Por su parte, los tres ejes transversales son: (a) El eje semiótico que distingue signo y artefacto, mediante el cual se puede comprender el conocimiento y los discursos que están detrás y alrededor de un objeto de valor científico o tecnológico, y que forman la cultural tecnocientífica; o viceversa, el conjunto de objetos que resultan a consecuencia de un nombre, un signo o un discurso de valor científico o tecnológico. (b) El eje de las migraciones que permite dar cuenta de las influencias culturales y la movilidad de los grupos que se asientan en el espacio urbano bajo. (c) El eje de la apropiación social que dará cuenta de los usos otorgados a los elementos urbanos relacionados con la ciencia y la tecnología, y los actores de esta apropiación.

Los procesos, técnicas y herramientas que se utilizarán para obtener los resultados del proyecto se indican a continuación:

A) Información de las parroquias a estudiar. Preliminarmente se han seleccionado las Parroquias Catedral, Candelaria, Santa Teresa y San Agustín, con base en el valor histórico, cultural y social de sus edificaciones.

• Obtención en Cartografía Nacional de mapas de la ciudad de Caracas y su área Metropolitana, identificando las parroquias del Municipio Libertador.

• Identificación sobre el mapa de la toponimia, edificaciones y monumentos relacionados con la ciencia y la tecnología y los usos otorgados a esos elementos urbanos, esto es, las improntas de Ciencia y Tecnología.

• Identificación de las organizaciones que hacen vida en las parroquias.

• Acopio de información sobre el eje histórico, esto es, la historia del espacio ocupado, a través de documentos/archivos.

B) Visita de campo a cada una de las parroquias:

• Recorrido de calles y detección de improntas de Ciencia y Tecnología no identificadas o conocidas en el paso anterior.

• Identificación de los ejes de la trama urbana presentes en los espacios de las parroquias estudiadas, tales como i) historia del espacio ocupado; ii) grupos sociales que han ocupado/ocupan los diferentes espacios y su influencia cultural

• Contacto con las organizaciones comunales que hacen vida en las parroquias, a fin de hacer un censo y conocer el ámbito de su acción en el espacio de la parroquia.

C) Confección de la ficha de trabajo para la recolección de información (instrumento), de acuerdo a los supuestos y a la información preliminar obtenida en la visita de campo, que buscará identificar la toponimia, edificaciones y monumentos, esto es la impronta de Ciencia y Tecnología existente en la parroquia.

D) Fase de sensibilización de la comunidad.

• Contacto con las organizaciones de las comunidades y presentación del proyecto.

• Confección de los talleres de sensibilización de la comunidad y entrenamiento para su participación en el proyecto.

• Ejecución de los talleres

• Identificación de los integrantes de la comunidad interesados en participar en el proyecto, de acuerdo con sus capacidades y conocimientos.

E) Ajuste de la ficha de trabajo, involucrando a algunos vecinos que ayudarían a mejorar la edición para el manejo por parte de los vecinos.

F) Recolección y vaciado de la data física, esto es: la toponimia, edificaciones y monumentos relacionados con la ciencia y la tecnología y los usos otorgados a por los residentes, en la ficha de trabajo planilla previamente elaborada y normalizada.

• Nombramiento de responsables dentro de la comunidad y fijación de cronogramas de actividades de acuerdos a los espacios asignados.

• Distribución de las tareas para los distintos espacios en cada parroquia entre los vecinos participantes.

• Chequeo de las actividades programadas.

• Vaciado de la data a medida que está se va levantando en un dispositivo electrónico de ser posible de acceso por parte de la población a través de la internet: resultado una base de datos

G) Recolección de la data sobre los ejes históricos, de movilidad y apropiación como parte de la construcción de la trama urbana, utilizando técnicas de historia oral, entrevistas, revisión documental.

• Reconstrucción de la historia del espacio /parroquia a partir de la versión de la comunidad y archivos documentales.

• Identificación por parte de los mismos vecinos de los grupos sociales que han ocupado/ocupan los diferentes espacios en el tiempo.

• Identificar los distintos usos que han tenido en el tiempo los actuales espacios de la parroquia.

• Vaciado de la información en dispositivo electrónicos para complementar la otra base de datos

H) Clasificación y ubicación de la data en el espacio.

• Revisión de la data obtenida en las fichas de trabajo.

• Ajuste y corrección de la información levantada con visitas al campo de trabajo.• Clasificación de la data, en términos de la impronta de Ciencia y Tecnología, y de acuerdo con el eje conceptual.

• Incorporación a la data física de los elementos aportados según los ejes transversales.

• Configuración de una base de datos integrada con datos de los cinco ejes.

• Reconstrucción preliminar de mapas con la información levantada por sectores de la parroquia.

I) Presentación ante la comunidad.

• Cartografía con la información levantada por parroquias.

• Exposición de los resultados del proyecto

• Discusión con la comunidad e incorporación de las perspectivas de los vecinos.

• Presentación del portal digital de acceso libre con los resultados del proyecto.

J) Cartografía que integra los elementos recabados en las parroquias estudiadas y como ellas revelan la impronta y los ejes de de la ciencia y la tecnología en esas partes de la ciudad de Caracas.
 

 

RESULTADOS ESPERADOS Y USUARIOS DE LOS MISMOS

 

a) Mapas cartográficos donde se identifican las improntas de la CyT en la parroquia a disposición de la comunidad

b) Una base de datos (catastro) alojada en un dispositivo electrónico que puede ser consultada por los habitantes y eventualmente actualizada en el tiempo.

c) Conocimiento y apropiación consciente de su patrimonio urbano por parte del los vecinos, que pudiera redundar en conductas de identificación, reconocimiento cuidado y mantenimiento de ese patrimonio. “Lo que no se conoce y valora, no se aprecia y cuida”

d) Experiencias de conocimiento sobre su entorno y de valorarlo y por consiguiente de estimular conductas a la creación de espacios que conserven las tradiciones pero a la par incorporen nuevas como una vía de mejorar la calidad de vida de la comunidad, a la par que arraigue a sus pobladores a los espacios donde viven.

e) Censo de objetos patrimoniales urbanos que sería dado a conocer a las autoridades municipales.

f) Articulación entre investigadores y comunidad por cuanto se busca que los vecinos sean partes del proyecto ya identificando, recogiendo datos, aportando información y participando en la lectura de los datos.

g) Diseño de paseos turísticos urbanos

 

 

 

MARIA EUGENIA ESTE (VENEZUELA)
Candidato a doctor en Ciencias Sociales (UCV) y Magister en Comunicación Social. Realiza actualmente una especialización en Desarrollo y Liderazgo Responsable. Es presidente de la Fundación  Tecnohumano (www.tecnohumano.org
) y docente del seminario Globalización y Tecnología en la Universidad Metropolitana. Adelante  un libro sobre los efectos de las tecnologías de reproducción asistida.

 

 

© Maria Estela Guedes
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